Mi amor por el pan

Hace unos 10 años se me cruzó por la web un blog que hablaba de “sourdough” me llamó la atención que había otra forma de hacer y entender el pan, por qué se llamaba “sour” “dough” que lo hacía tan especial…en ese entonces, sufría constantemente de molestias y dolores de estómago que no sabía por qué se producían, así empecé a estudiar, leer, ver videos, recetas, procesos… hasta que me animé a intentarlo en medio de mi ajetreada vida de publicista, parecía paradójico, pensar que iba a lograr hacer pan con tiempos tan prolongados, cuando para mi todo era para ayer, todo era rápido y todo con una dosis de estrés que me pasaban los días por encima.

A pesar de que mis primeros intentos fueron realmente fatales, cada vez me atrapó más el tema, seguí estudiando y aprendiendo.


Cuando por fin destapé la olla y apareció ese mágico momento, nunca más dejé de hacer pan. Es mi terapia, es darnos el más rico de los gustos. Poder comer pan hecho en casa con un sabor inigualable y una corteza crujiente es un premio y un privilegio.


Pero tan posible de tener! Sólo hay que querer.